Qué hacer 3 días en Medellín. Candelaria, Comuna 13 y Guatapé

¿Tienes 3 días en Medellín y quieres saber cómo aprovecharlos al máximo? Conocida como la «Ciudad de la Eterna Primavera», Medellín ofrece una mezcla única de cultura, historia y paisajes naturales impresionantes. En este itinerario de 3 días, te llevaremos a conocer algunos de los lugares más emblemáticos: el centro histórico de La Candelaria, el colorido y renacido barrio de la Comuna 13, y el encantador pueblo de Guatapé, con su famosa Piedra del Peñol. Prepárate para disfrutar de experiencias inolvidables, desde recorridos artísticos y culturales hasta vistas panorámicas que te dejarán sin aliento. En esta guía te mostramos qué hacer en 3 días en Medellín.

Antes de comenzar, si te gustaría saber dónde alojarte en Medellín, te recomendamos la entrada que hemos escrito para ayudarte a decidir.

Creemos que el primer día es ideal para dedicarlo a conocer los lugares más imprescindibles del centro histórico de Medellín. Una de las mejores formas de explorar una ciudad mientras conoces su historia y curiosidades, es participando en los famosos Free Tours. Nosotros reservamos dos, uno dedicado a conocer La Candelaria y otro a la Comuna 13.

A través de este recorrido guiado, podrás entender mejor el contexto histórico de Medellín, explorar sitios emblemáticos como la Plaza Botero y el Palacio de la Cultura, y descubrir historias sobre la evolución de la ciudad. Además, los guías suelen compartir su perspectiva personal sobre el Medellín de hoy, lo que hace que puedas conocer mejor qué opinan los medellinenses de su ciudad, su historia y presente.

Lo reservamos con Civitatis, te lo dejamos aquí por si estás interesado. Dura tres horas y hay salida a las 9:30, 11:00 y 14:00.

Visitar la Plaza Botero, de lo mejor que hacer en Medellín.

El primer lugar que visitamos fue el Parque de San Antonio. Es uno de los espacios más emblemáticos del centro de Medellín, conocido no solo por su ubicación en el corazón de la ciudad, sino también por su profunda carga histórica y simbólica.

El parque alberga algunas esculturas de Fernando Botero, entre ellas «El Pájaro«, que fue tristemente dañada en 1995 debido a un atentado con explosivos que se cobró la vida de varias personas. En lugar de retirarla, Botero donó una nueva versión de la escultura y pidió que la original, parcialmente destruida, permaneciera en el parque como símbolo de la resiliencia del pueblo paisa y en homenaje a las víctimas.

Las esculturas de Botero conocidas como «El Pájaro», tanto la destruida por el atentado como la nueva.

Es unos de los lugares de la ciudad donde uno puede viajar al pasado de Medellín, y, la verdad, que Botero ha conseguido ejemplificar a la perfección lo que hoy en día piensan los habitantes de la ciudad. Por cierto, pese a llamarse Parque de San Antonio, es más bien una plaza.

Nos gustó conocer este sitio y su historia, aunque nos pareció que tenía un ambiente algo extraño, y eso que era de día. No lo recomendaría para recorrer de noche, aunque es un imprescindible en el recorrido de un día por Medellín.

Caminando por el Parque de San Antonio.

Desde el Parque de San Antonio comenzamos nuestro recorrido por la Calle Junín, una de las arterias principales del centro de Medellín. Caminar por esta calle es una experiencia en sí misma, con su ambiente animado, tiendas locales y una mezcla de sonidos y aromas que capturan el espíritu de la ciudad.

Durante el paseo, nuestro guía se detuvo en un pequeño puesto callejero para ofrecernos un vaso de guarapo, una bebida refrescante hecha a base de caña de azúcar. Su sabor dulce era rico, aunque demasiado intenso en mi opinión, ideal para tomar solo un par de sorbos.

Caminando por Parque Berrío.

El recorrido por la Calle Junín terminó en el Parque Berrío. El parque recibe su nombre de Pedro Justo Berrío, un político antioqueño cuya estatua se encuentra en el centro como símbolo de su legado. Una de las principales atracciones del lugar es la escultura de “La Gorda”, de Botero cómo no. Además, en un costado se encuentra La Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria, la iglesia más antigua de Medellín, construida en el siglo XVIII.

La Plaza Botero es un museo al aire libre en pleno centro de Medellín, que evoca el encanto de las plazas artísticas de Roma o Florencia. Este espacio alberga 23 esculturas de Fernando Botero, todas con su característico estilo voluptuoso y singular.

«Señor» y «Señora» con el Palacio de la Cultura detrás.

Medellín, ciudad natal del maestro Botero, refleja su legado en muchos de sus rincones emblemáticos, honrando el cariño que el artista siempre manifestó por su país. Botero donó numerosas obras con la intención de hacer el arte accesible para todos, manteniendo su visión de que el arte debía ser interactivo y cercano. Aquí, no encontrarás vallas ni barreras alrededor de sus esculturas; al contrario, los visitantes están invitados a tocarlas, explorarlas e incluso a subirse en ellas, sintiéndose parte de cada creación.

La belleza de la plaza se completa con el Museo de Antioquia y, sobre todo, con el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, un edificio de estilo gótico con influencias flamencas diseñado por el arquitecto belga Agustín Goovaerts. Se puede entrar gratuitamente para ver alguna de sus exposiciones temporales y, lo que más te recomendamos, recorrer sus terrazas. Desde allí podrás disfrutar de unas vistas privilegiadas de la ciudad. Se convirtió en una de nuestras cosas favoritas que hacer en Medellín.

En una te las terrazas del Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe.

El Palacio de la Cultura, las esculturas de Botero, los jardines y las palmeras crean un paisaje precioso alrededor de la Plaza Botero. Fue, sin duda, nuestro lugar favorito en el centro de Medellín. Te recomendamos que lo disfrutes sin prisa.

Seguimos caminando hasta llegar al Centro Comercial Palacio Nacional, un lugar que sorprende por su historia y arquitectura. Este edificio, que en su día fue el Palacio Nacional de Medellín, se transformó en un centro comercial en la década de 1990, como parte de un proyecto de rehabilitación que buscaba conservar su fachada histórica y su esencia arquitectónica. Gracias a esta iniciativa, se logró preservar su estructura original, mientras el interior fue adaptado a su nueva función.

Es un lugar muy curioso en el que merece la pena detenerse si te pilla de paso. Además de las tiendas y restaurantes típicos de un centro comercial, te recomendamos explorar sus galerías de arte.

Centro Comercial Palacio Nacional.

Nuestra siguiente parada fue el Parque de las Luces, un espacio conocido por su diseño moderno y su papel como punto de encuentro cultural y social en el corazón de Medellín. Inaugurado en 2006 como parte de un proyecto de revitalización urbana, el parque simboliza la transformación de la ciudad y su compromiso por recuperar zonas históricas.

Es un lugar curioso que gana si es visitado de noche, cuando sus más de 1.400 luces se encienden, creando una bonita estampa. Según nos explicó nuestro guía, la creación del Parque de las Luces buscaba combatir la marginalidad que comenzaba a afectar a esta área del centro, invitando a que familias acudieran a disfrutar de los espectáculos de luces.

Parque de las Luces.

La Alpujarra es uno de los complejos gubernamentales más importantes de Medellín y Antioquia. Alberga las sedes de las principales instituciones del gobierno departamental y municipal, como la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía de Medellín o el Concejo Municipal.

Inaugurado en 1982, La Alpujarra fue concebido como parte de un plan para centralizar la administración pública y promover la modernización de Medellín. Desde el punto de vista turístico, lo más destacable es el Monumento a la Raza, una obra de 38 metros de altura del escultor Rodrigo Arenas Betancur, cuyo objetivo es simbolizar la historia, fuerza y resiliencia del pueblo antioqueño.

Complejo de La Alpujarra. Al fondo, el Monumento a la Raza.

El Parque de los Pies Descalzos se inauguró en el año 2000, con un objetivo similar al del Parque de las Luces: convertir zonas que se quedaban en la marginalidad en lugares ideales para disfrutar en familia.

Como su propio nombre sugiere, el parque invita a los visitantes a descalzarse y experimentar los diferentes espacios acondicionados para caminar. Sin ser nada especial, el Parque de los Pies Descalzos nos pareció un sitio muy agradable y curioso que recomendamos visitar.

Parque de los Pies Descalzos.

Y aquí terminó nuestro primer Free Tour del día. Como ya nos había pasado el día anterior con otros locales, nuestro guía finalizó invitándonos a compartir nuestra experiencia en Medellín con amigos y familiares, ya que la ciudad tiene un enorme deseo de mostrar al mundo en lo que se ha convertido, superando su historia de violencia para ofrecer espacios de paz y convivencia.

De los lugares de los que te hemos hablado, para nosotros los imprescindibles son el Parque de San Antonio, la Plaza Botero y el Parque Berrío. No obstante, todos las paradas nos gustaron, así que te recomendamos visitar cada sitio si tienes el tiempo suficiente en Medellín.

Entre tanto turismo, llegó la hora de comer. Y si por algo es conocido Medellín, es por su mítica bandeja paisa. La bandeja paisa es famosa por su abundancia y la variedad de ingredientes que la componen. En un solo plato, se combinan fríjoles, arroz, carne molida, chicharrón, huevo frito, plátano maduro, aguacate, arepa y morcilla.

Como tantos otros platos tradicionales alrededor de todo el mundo, la bandeja paisa tiene sus orígenes en los campesinos, que necesitaban comidas sustanciosas para poder trabajar largas jornadas en el campo.

El restaurante más recomendado para probar este y otros platos en La Candelaria es el Restaurante Hacienda Junín. Nosotros comimos allí y salimos más que satisfechos, aunque hemos de admitir que cometimos el pecado de no comer la bandeja paisa. Fuimos con la intención, pero nos pareció demasiado en el último momento. Optamos por un plato de chicharrones con patatas y otro de carnes colombianas, lo que, junto con dos bebidas y un flan de café riquísimo, nos salió por 22€.

Plato de chicharrones y patatas en el Restaurante Hacienda Junín.

Terminamos de comer sobre las dos de la tarde. Como no teníamos el siguiente Free Tour hasta las 16:45, optamos por recorrer alguno de los puntos que más nos habían gustado con más calma. De hecho, fue en este rato cuando aprovechamos para entrar en el Palacio de Cultura, ya que con el Free Tour no hay tiempo para tanto.

Si prefieres aprovechar para descubrir lugares nuevos, te recomendamos los Parques del Río, muy cerca de La Alpujarra. Además de ser una zona muy agradable para pasear, tiene una panorámica impresionante de Medellín. A un lado los barrios más nuevos y modernos, y a otro las Comunas que se extienden por todas las colinas que rodean la ciudad. Como nosotros íbamos a disponer de más tiempo en los siguientes días, preferimos dejarlo para más adelante.

Al igual que para el Free Tour en La Candelaria, reservamos nuestro recorrido por la Comuna 13 a través de Civitatis, que dejamos aquí. Ofrecen tres horarios, a las 9:30, 13:30 y 16:45, con una duración de dos horas y media. Te contamos cómo llegar a la Comuna 13, la opción de visitarla con guía o por libre, y un poco de historia de este icónico barrio en la entrada que hemos dedicado a todo lo que tienes que saber para visitar la Comuna 13 en Medellín.

Estuvimos unas 4 horas en el barrio, parte con el tour y parte recorriéndola por nuestra cuenta. Ya bien entrada la noche, poco antes de las 9 pm, pusimos rumbo a El Poblado.

Mural dedicado a la «Operación Orión» en la Comuna 13.

El Poblado es el barrio más famoso de Medellín y, sorprendentemente, no por su interés turístico, sino por su vida nocturna. Ubicado al sur del centro de la ciudad, El Poblado se destaca por sus calles arboladas, modernos edificios y zonas llenas de cafés, restaurantes de alta calidad, bares, boutiques de moda y galerías de arte, lo que lo convierte en un destino ideal para aquellos que buscan comodidad, entretenimiento y un ambiente seguro.

Los dos lugares más concurridos son el Parque de El Poblado y, sobre todo, la zona del Parque Lleras. En esta última es en la que se concentran la mayoría de discotecas, hoteles o restaurantes. Lo que encontrarás en ambos sitios es, principalmente, mucho ambiente, aunque no los destacaría como bonitos.

Nuestra cena en pizzaiolo.

Desde la Comuna 13, puedes llegar con transporte público en unos 40 minutos cogiendo la Línea B de metro en San Javier, y haciendo transbordo en San Antonio a la Línea A. También puedes optar por un taxi/VTC, que te tomará alrededor de media hora por unos 6-9€.

Fuimos a cenar a Pizzaiolo, dos pizzas riquísimas más bebida por 18€, totalmente recomendado. Dimos un paseo por alguna de las calles que salen del Parque Lleras, y pusimos rumbo hacia el hostel. De camino, nos llamó la atención un «rooftop«, así que decidimos subir a ver qué nos encontrábamos.

Resultó que era la inauguración del restaurante, Mal de Ojo, aunque no parecía haber tenido mucho éxito por la gente que había. Nos quedamos a tomar un par de cervezas y un camarero nos estuvo haciendo de guía desde las alturas, mostrándonos los diferentes barrios de Medellín, contándonos un poco de cada uno, y hablando sobre su perspectiva de la ciudad. Así que terminamos pasando un rato muy agradable e interesante, ¡esperamos que les vaya genial! La verdad que la gente de Medellín nos dio muy buena impresión en general. Pagamos por las dos bebidas algo más de 4€.

Vistas de Medellín desde la terraza de Mal de Ojo.

El segundo día en Medellín lo dedicamos a una de las excursiones más populares de Colombia, ir a Guatapé y ascender El Peñol. Nuestra intención era aprovechar bien el tiempo, así que nos levantamos alrededor de las cinco y media de la mañana para ponernos en marcha.

De camino a la Terminal Norte, cruzando el puente que separa La Candelaria de la estación.

La forma más común de visitar Guatapé y el Peñol es desde Medellín. Pese a que el pueblo está a poco más de 80 kilómetros, se tarda cerca de 2 horas. Hay tres formas de llegar, con una excursión de ida y vuelta, con un coche de alquiler y con un autobús.

Varias operadoras ofrecen un tour de un día completo desde Medellín. Las excursiones incluyen un autobús ida y vuelta, un paseo en barca por el Embalse Del Peñol, tiempo para ascender la roca y la visita al pueblo de Guatapé, todo ello acompañado por un guía que habla español. No fue esta la opción por la que nos decidimos, pero he de decir que tiene un precio muy competitivo. Te recomendamos esta en Civitatis, por 28’5€ por persona.

Ofrece dos salidas, a las 7:00 desde el metro El Poblado y a las 7:30 desde la estación de Estadio, con una duración aproximada de 12 horas. Es la forma de llegar a Guatapé más cómoda, solo tendrás que preocuparte por estar a la hora indicada en el punto de encuentro, y a partir de ahí te darán los tiempos para cada actividad. Sin embargo, no es nuestra preferida. ¿Por qué? Pues por un motivo principalmente.

Vemos excesivo las 12 horas. Pese a que tanto las vistas desde El Peñol como el pueblo merecen mucho la pena, se ven rápido. Es verdad que en total son 4 horas de trayecto entre ida y vuelta, pero restan 8 de turismo. Creemos que entre 4 y 6 horas en la zona es suficiente. No obstante, esto dependerá de tu ritmo e itinerario, a nosotros nos quedaban cosas por ver en Medellín y no hicimos ningún paseo en barco por el embalse. Si quieres tomarte el día con calma, puede que no veas esto como un inconveniente.

El Peñol y alrededores.

Esta fue la opción que escogimos en un principio, pero que cancelamos apenas un día antes del alquiler. Aún así, lo vemos como una buena elección. Eso sí, siempre y cuando recojas el vehículo en el centro de la ciudad. Nosotros lo reservamos en el aeropuerto José María Córdova, pensando que era en realidad el Olaya Herrera, y cuando vimos que tardábamos media hora de taxi solo en ir a por el coche, decidimos recular en el plan inicial.

La empresa Green Motion, con la que que puedes reservar a través de RentalCars, ofrece coches desde El Poblado, así que, si te estás alojando allí, puede ser una manera muy cómoda de hacer la excursión. El principal contra es el precio, que va desde 50€ el día. Si te parece buen plan, recuerda que, al menos con Green Motion, necesitarás una tarjeta de crédito en la que te bloquearán 300€ a mayores como depósito de seguridad.

Respecto al camino, a pesar de ser lenta, la carretera está en buen estado. Tanto Guatapé como el Peñol cuentan con aparcamientos para los visitantes, así que no tienes por qué preocuparte en ese sentido. Si volviéramos, quizá optaríamos por esta opción. Sin duda, nos parece la mejor para grupos de 4 o 5 personas.

Calle en Guatapé.

Y finalmente llegamos a la forma que escogimos nosotros para llegar hasta Guatapé, el autobús. Es la menos cómoda de las tres, pero te da más libertad que la excursión organizada y, si no te apetece, no necesitarás conducir.

Nosotros reservamos el trayecto con la compañía Sotrasanvicente, y te la podemos recomendar. Ofrecen salidas desde las 6 de la mañana y la opción de bajarse en el Peñol o en Guatapé. Por si no lo sabes, se encuentran a unos 25 minutos en coche. El precio del billete es de 20.000 COP (4€), y no suele haber problemas de disponibilidad.

Reservamos para ir el bus que salía a las 6:45 de la mañana, y dejamos la vuelta abierta para cogerla allí. Sale desde la Terminal del Norte, cerca de La Candelaria. Como el metro empieza a funcionar desde las 6 de la mañana, es la mejor forma de llegar y evitar el tráfico que empieza a llenar Medellín a la hora de la entrada al trabajo. El viaje fue cómodo y no tuvimos ningún problema.

La Piedra del Peñol es una imponente roca monolítica que se eleva 220 metros desde su base, y que se puede ascender gracias a la escalera de 740 escalones que zigzaguea hasta la cima. Desde arriba, podrás disfrutar de una magnífica vista compuesta de islas y aguas de color turquesa, resultado del embalse que cubre la zona.

Zona comercial en los alrededores de El Peñol.

Como curiosidad, se trata del embalse Peñol-Guatapé, construido en la década de los 70 con el objetivo de producir energía hidroeléctrica. Su creación implicó la reubicación completa del pueblo de El Peñol y parte de Guatapé, provocando una profunda crisis social en ese momento.

Llegamos a los alrededores de El Peñol tras algo menos de dos horas de viaje, donde el autobús hizo su primera parada en la Estación de Servicio Zeuss Peñol. Desde aquí, hay 15 minutos de camino hasta el acceso a la escalera. Aunque puede no parecer mucho, la inclinación es pronunciada, como un anticipo del esfuerzo que la subida requerirá.

Una vez en la base, atravesamos la zona comercial que rodea La Piedra, llena de restaurantes, tiendas, tuktuks, bares y personas que ofrecen excursiones en barco por el embalse. Una vez superada, llegamos a la entrada en la que pagamos los 5€ por persona que cuesta subir a El Peñol, y comenzamos el ascenso.

Las escaleras pueden ser más o menos duras en función de tu estado físico, así que la mejor recomendación es que vayas a tu ritmo. Nosotros subimos bastante bien, aunque nos cruzamos con gente por el camino muy fatigada. Cuando llegues arriba, te estará esperando un bar y unas vistas impresionantes a todo el embalse, que justificaron plenamente cada escalón.

Disfrutando de las vistas desde El Peñol.

Te recomendamos que subas a primara hora de la mañana o última de la tarde, para evitar grandes aglomeraciones. No solo por el espacio en la cima, que es amplio, sino por los atascos que se forman en las escaleras. Nosotros estuvimos en lo alto de El Peñol sobre una hora, admirando la estupenda vista 360º desde la, posiblemente, piedra más famosa de Colombia.

El horario de visita es de 8:00 a 18:00, ¡así que organiza tu día para no perderte esta experiencia única!

Bajando las escaleras de El Peñol.

Después de disfrutar de la visita e El Peñol, la siguiente parada es Guatapé. Si viajas con una excursión organizada o en coche de alquiler, probablemente no tendrás que preocuparte por cómo moverte de un lugar a otro. Pero si, como nosotros, estás usando transporte público, aquí te contamos las opciones.

Hay dos formas de llegar a Guatapé desde La Piedra: en un tuktuk o en una excursión en barco que finalice en el muelle de Guatapé. El recorrido en barco dura aproximadamente una hora y puedes reservarlo fácilmente allí mismo, ya que no faltan personas ofreciendo el servicio. Tienes la opción de hacerlo en grupo o en privado, según tu presupuesto, y los barcos suelen partir una vez reúnen suficiente gente.

En el tuktuk de camino a Guatapé.

Nosotros optamos por no hacer el paseo en barco, ya que preferimos ahorrar tiempo para explorar Guatapé y volver a Medellín de día. Así que tomamos la segunda opción: el tuktuk. Cerca de la base de La Piedra encontrarás varios tuktuks esperando, y solo tendrás que preguntar para negociar el precio. El trayecto dura alrededor de 30 minutos, y pagamos unos 11 €.

Guatapé es un pintoresco pueblo cerca de El Peñol, famoso no solo por su cercanía a la roca, sino también por sus coloridos zócalos, que adornan las fachadas de las casas. Estos murales representan escenas de la vida local, tradiciones y fauna de la región, convirtiendo al pueblo en uno de los lugares más fotografiados y visitados de Colombia. Como curiosidad, durante nuestra visita conversamos con una residente de toda la vida, quien nos contó que los habitantes están obligados a mantener los zócalos en sus fachadas y a preservarlos en buen estado.

Zócalo en Guatapé.

Llegamos a Guatapé pasadas las once de la mañana. Antes de empezar a explorar el pueblo, nos acercamos a la terminal de bus, ya que no teníamos los billetes de vuelta. Como no había problema de disponibilidad, dejamos la compra para más adelante.

La zona turística de Guatapé es pequeña y fácil de recorrer, así que te recomendamos no dejar ni una calle sin explorar. Entre las atracciones más populares están el Parque Principal, la Plazoleta de los Zócalos y la Calle del Recuerdo. Sin embargo, si te alejas un poco de la plaza y de las calles principales, también encontrarás rincones tranquilos y encantadores, donde puedes disfrutar del ambiente local sin la multitud.

Fuente en una calle de Guatapé.

Puedes recorrer Guatapé en poco más de 1 hora, así que el tiempo que dediques dependerá de la calma con la que decidas disfrutarlo. Nosotros pasamos alrededor de dos horas paseando y, una vez que teníamos más claro nuestro horario de regreso, volvimos a la estación para comprar los billetes de las 13:30. En total dedicamos dos horas y media al pueblo, incluyendo una breve parada para almorzar.

Opciones de restaurantes no te van a faltar: algunos de los más recomendados son Folklore Restaurante Bar, El Bretón, El Bacchanal o Brujula Food and Drinks. Nosotros comimos en La Bahia Parrilla bar, dos platos principales y bebidas por 15€. Cuando acabamos, dimos un último paseo por el centro del pueblo y regresamos a coger el autobús de vuelta.

Calle del Recuerdo, Guatapé.

Aunque nuestra visita a Guatapé fue breve, creemos que junto con El Peñol, es un destino que vale la pena conocer. Es cierto que el trayecto dura casi lo mismo que el tiempo de visita, lo que puede ser un poco agotador, pero el viaje en carretera ofrece buenas vistas de la región y permite adentrarse en el interior de Antioquia.

Llegamos a Medellín sobre las 15:45 de la tarde. Como no quedan muchas horas de luz, una excelente opción es ir a Pueblito Paisa a terminar tu día. Además, si llegas a la Terminal Norte como nosotros, puedes completar con los Parques del Río, aunque sobre eso ya te hablamos en el tercer día en Medellín.

Explorando Guatapé.

La mejor forma de llegar al Pueblito Paisa es en VTC. La otra opción es llegar en metro hasta la estación de Industriales y caminar unos 30 minutos, incluida la subida hasta la colina en la que se encuentra este pintoresco lugar. Nosotros no teníamos tiempo que perder, así que optamos por la vía rápida.

Plaza en el Pueblito Paisa.

El Pueblito Paisa recrea un típico pueblo antioqueño del siglo XX, con su iglesia blanca, su colorida plaza central y pequeñas casitas de fachadas de colores que evocan la vida rural de la región. Al ser un lugar muy turístico, cuenta con tiendas en las que puedes encontrar artesanías locales, dulces típicos, y restaurantes para degustar platos como la bandeja paisa.

Escultura que representa la figura de un hombre tradicional en Antioquia.

Aunque no tenga mucho que ver, una plaza y unas pocas calles, creemos que puede merecer la pena. No obstante, si vas a visitar Guatapé y no tienes demasiado tiempo en Medellín, puedes saltarte esta parada.

Además de la recreación en sí, el Pueblito Paisa ofrece una de las vistas panorámicas más impresionantes de Medellín, con una perspectiva que abarca desde las montañas que rodean la ciudad hasta sus edificios y barrios más característicos. Como lo visitamos poco antes del atardecer, pudimos disfrutar de las vistas tanto de día como de noche, lo que nos encantó. Dedicamos al Pueblito Paisa cerca de 1 hora.

Vistas de la ciudad de Medellín desde Pueblito Paisa.

Ya de noche, decidimos volver a El Poblado paseando para hacer tiempo hasta la cena. Bajamos por el Parque de las Esculturas Cerro de Nutibara, y cruzamos por el Puente Peatonal. Dedicamos la noche otra vez a estar en El Poblado, con un plan similar al del día anterior.

En dos días puedes ver las atracciones más populares de Medellín. No obstante, si dispones de más tiempo, podrás visitar museos, volver a los lugares que más te hayan gustado y, por supuesto, recorrer algunas zonas que, pese a ser menos conocidas, te permitirán adentrarte en el Medellín más local y tradicional.

Para este tercer día te proponemos varios lugares y un posible itinerario, que empieza conociendo la historia de la, probablemente y por desgracia, persona más famosa en la historia de la ciudad, Pablo Escobar.

Pablo Escobar es una figura lamentablemente ligada a Medellín. Como jefe del Cartel de Medellín en los años 70 y 80, Escobar llegó a ser uno de los hombres más ricos y temidos del mundo debido a su imperio de narcotráfico, que exportaba grandes cantidades de cocaína a Estados Unidos y otros países. Su poder e influencia, sin embargo, no solo se limitaron al negocio ilícito: Escobar ejercía un control significativo en la política y sociedad colombianas, comprando lealtades y sembrando terror con asesinatos y atentados que se cobraron miles de vidas.

Hoy en día, películas y series han ayudado a que Escobar sea mundialmente conocido entre personas de todo el mundo, despertando la curiosidad de muchos sobre su historia. Pese a que, en general y según nuestra experiencia, los medellinenses guardan un profundo rencor al narcotraficante, el turismo utiliza su figura para satisfacer la demanda de muchos visitantes. Una de las formas de conocer los puntos más significativos de la ciudad relacionados con Pablo Escobar, es hacer un Tour, como el que te dejamos aquí de Civitatis.

Sobre si el Tour merece la pena, no te podemos decir, ya que no lo hicimos. Los puntos que se visitan, que te contamos a continuación, tienen escaso valor turístico, así que solo lo valoraría si estás muy interesado en la vida de Pablo Escobar. La duración de la actividad es de alrededor de 4:30 horas, con una salida a las 9:00 y otra a las 14:00. Si tienes intención de hacerlo, tendrás que dedicar una mañana o una tarde entera a la visita.

Como todos los puntos que se visitan con el Tour son públicos, te contamos las principales paradas por si estás interesado en visitar alguna por tu cuenta.

El Parque Conmemorativo Inflexión se ubica en el punto exacto donde se construyó el Edificio Mónaco, una de las residencias más emblemáticas del capo. Es el lugar donde el Cartel de Cali instaló una bomba con el objetivo de asesinar a Escobar y su familia, marcando uno de los picos de violencia entre las bandas.

El espacio no se ha dedicado a recordar la figura del narcotraficante, sino la de sus víctimas. Encontrarás un muro con el nombre de todas las personas que murieron durante este triste periodo, así como espacios que invitan a la memoria y reflexión sobre la historia de la ciudad y del país en aquellos años. Se encuentra al sur de El Poblado, en dirección contraria a La Candelaria. La mejor forma de llegar es en VTC/taxi o andando unos 30 minutos.

Parque de la Inflexión.

Es el cementerio donde están enterrados Pablo Escobar y sus familiares. Está prácticamente fuera de la ciudad, en el extremo sur, y se puede llegar con la Línea A del metro. Más allá de la simbología del lugar, tiene muy buenas vistas a algunos de los barrios más próximas.

El Barrio Pablo Escobar está ubicado al oriente de Medellín. Es parte de una de las comunas de la ciudad y debe su nombre a la influencia de Pablo Escobar en su desarrollo. Escobar financió y construyó muchas de las viviendas del sector, que luego donó a personas de bajos recursos, razón por la cual algunos residentes aún lo ven como una figura benefactora. Este legado ha llevado a que en el barrio se encuentren murales, grafitis y pequeños espacios que le rinden homenaje, en contraste con la percepción general de su figura en otras partes de la ciudad y el país.

La Casa en la que Pablo Escobar fue asesinado se encuentra en el barrio de Los Olivos, al oeste de Medellín, en la carrera 79B nº 45D-94. Donde terminó la vida del narcotraficante, es donde finaliza el Tour. Actualmente es una academia de español que carece de más interés que su historia.

Cuadro de Fernando Botero dedicado al momento de la muerte de Pablo Escobar.

Si realizas el recorrido del Tour de Escobar, una excelente opción es terminar con una caminata hasta Parques del Río, atravesando algunas áreas del barrio Laureles-Estadio. Aunque esta zona no destaca por su interés turístico, ofrece una visión auténtica de un Medellín más local y tradicional. En el camino, puedes visitar el Estadio Atanasio Girardot, un importante complejo deportivo a donde los medellinenses acuden a hacer ejercicio.

Después de aproximadamente 40 minutos de paseo, llegarás a Parques del Río, una zona verde que conecta los barrios Laureles y La Candelaria. Este lugar demuestra que no siempre es necesario buscar puntos altos para tener unas vistas impresionantes de la ciudad.

Parques del Río, de los mejores miradores de Medellín «desde abajo».

Pese a ser uno de los puntos más bajos de Medellín, al lado del río que lleva su nombre, ofrece una vista única: hacia un lado, los barrios más modernos de la ciudad, con construcciones altas y edificios nuevos. Al otro, alguna de las zonas más humildes, cuyas pequeñas y precarias casas se extienden hasta lo alto de las colinas.

Lo visitamos y nos pareció un sitio perfecto para dar un agradable paseo mientras disfrutas de las excelentes vistas. Eso sí, importante que sea de ida y vuelta, ¡para no perderte ninguna de las dos perspectivas! Nosotros le dedicamos cerca de una hora.

Los Parques del Río están muy próximos a La Candelaria, así que si llegas hasta allí, no te puedes ir sin dar un último paseo por la Plaza de Botero. Nosotros ya la visitamos en nuestro primer día en Medellín, pero merece la pena regresar si el tiempo te lo permite. Puedes aprovechar para comer en el Restaurante Hacienda Junín, uno de los más recomendados en la ciudad.

Plaza de Botero, el lugar más bonito de Medellín.

Como es probable que no te diese tiempo a entrar a el Museo de Antioquia, puede ser una opción interesante para sumergirte en una de las regiones más importantes de Colombia. El Museo de Antioquia es conocido por albergar obras de Botero, así como por su sección dedicada a la memoria histórica y la violencia en Colombia. Esta área incluye exposiciones que reflexionan sobre el conflicto armado en el país, utilizando el arte como herramienta para la memoria y la sanación. La obra del artista antioqueño Álvaro Barrios y de otros creadores contemporáneos contribuyen a esta narrativa.

El museo abre de lunes a sábado, de 10:00 a 17:30, y domingos y festivos de 10:00 a 16:30. La entrada tiene un costo aproximado de 18.000 COP (4,5 €). Nosotros no llegamos a entrar, pero debe estar muy bien.

Lo que sí que hicimos fue llegar al Museo Casa de la Memoria andando desde La Candelaria. Puedes ir también en transporte público, cogiendo la Línea A de metro y el funicular T-A, o en VTC. Pese a que está un poco lejos, algo menos de una hora, disfrutamos mucho caminar por zonas menos turísticas y más tradicionales.

El Museo Casa de la Memoria es un espacio dedicado a la memoria histórica, la reflexión y el reconocimiento de las experiencias de violencia y conflicto que han marcado la historia de Colombia y, en particular, de Medellín y Antioquia. Tiene como objetivo preservar y honrar la memoria de las víctimas de violencia en el país y contribuir a la construcción de una cultura de paz, entendimiento y reconciliación.

Museo Casa de la Memoria.

Ofrece varias exposiciones permanentes y temporales.

  • Memoria y Resiliencia: Muchas de las exposiciones buscan destacar las acciones de resistencia y resiliencia de las comunidades afectadas. Se muestran iniciativas de paz, de recuperación y sanación, que ponen en evidencia la capacidad de los ciudadanos para sobrellevar las tragedias y trabajar hacia una convivencia pacífica.
  • La historia del conflicto armado en Colombia: Se exploran los antecedentes y las dinámicas del conflicto, sus causas, y cómo han afectado a la población en diferentes épocas y regiones. No olvidemos que en Medellín, más allá del narcotráfico, ha tenido y sigue teniendo mucho impacto guerrillas como las FARC.
  • Testimonios de las víctimas: A través de fotos, videos, y documentos, el museo da voz a quienes han sido afectados directamente por la violencia, permitiendo que sus experiencias y sus relatos personales cobren vida y resuenen con los visitantes. Hay varios puntos en los que podrás usar auriculares para escuchar testigos de la crueldad que se ha vivido en Medellín y alrededores.
Museo Casa de la Memoria.
  • Impacto de la violencia en Medellín: El museo presenta exposiciones que hablan del impacto de la violencia urbana en Medellín, especialmente durante las décadas de 1980 y 1990, cuando la ciudad fue fuertemente afectada por el narcotráfico y los conflictos armados.

El museo es gratuito, y abre de 9:00 a 18:00 de martes a viernes, y de 10:00 a 16:00 los findes de semana. Nosotros le dedicamos una hora, pero porque no tuvimos más tiempo. Es un museo muy interactivo e ideal para los que estéis interesados en la historia más oscura de Medellín.

Una de las mejores formas de despedir un día en la ciudad de la eterna primavera es acercarte a ver atardecer desde alguno de sus miradores. Ya te hemos hablado sobre los mejores miradores de Medellín, así que te dejamos por aquí la entrada.

Como es probable que en muchos ya hayas estado en el primer día en Medellín, al ubicarse varios en el centro o en la Comuna 13, te destacamos dos para este tercer día.

Situado al norte de Medellín, es uno de los grandes pulmones verdes de la ciudad. Te recomendamos que llegues en taxi o VTC, ya que te ahorrará mucho tiempo respecto al resto de opciones. No obstante, puedes ir en transporte público con la Línea B desde la céntrica estación de San Antonio, andando unos 20 minutos desde la parada Suramericana.

Es el cerro más grande dentro del área urbana de Medellín. Su cima alcanza una altura de 1.628 metros sobre el nivel del mar y está ubicado a 82 metros de altura sobre el nivel de Medellín. Es muy común que los locales utilicen el lugar para hacer ejercicio o alejarse del ajetreo de la ciudad, por lo que la oferta de vendedores dentro del complejo no te va a faltar.

Pese a que lo teníamos apuntado como uno de los sitios a los que queríamos ir, finalmente optamos por la siguiente opción.

El Mirador de Las Palmas, situado a lo largo de la carretera que conecta Medellín con el Oriente Antioqueño, es uno de los puntos panorámicos más populares entre locales y turistas. Ubicado en una vía que asciende por las montañas, este mirador ofrece una vista imponente de la ciudad desde las alturas, permitiendo observar cómo Medellín se extiende en el Valle de Aburrá. Las Palmas es famoso por sus atardeceres y los restaurantes de lujo que se sitúan en sus alrededores.

Aquí tendrás que llegar sí o sí en taxi. Nosotros reservamos un Uber para subir y ya quedamos con él en que nos hiciese un pequeño recorrido por la zona y nos fuese esperando en los miradores, a cambio de pagarle una cantidad mayor a la que ya habíamos abonado a través de la aplicación. Además del Mirador de Las Palmas, existe el Segundo Mirador de Las Palmas.

Pese a que quizá las vistas no merezcan tanto la pena teniendo en cuenta el tiempo que se tarda en llegar, sobre todo si has estado en varios de los miradores anteriores, nos gustó hacer el trayecto en coche. Así recorrimos algunos lugares por los que no habríamos pasado de otra forma, y disfrutamos de una buena charla con nuestro taxista.

Mirador de Las Palmas.

De nuevo, dedicamos la noche a El Poblado, así que hasta aquí nuestro tour completo de 3 días en Medellín. Te recomendamos mucho que visites la ciudad y le dediques los días necesarios, ya que nos pareció uno de los sitios más especiales de Colombia, con un ambiente muy distinto al que vivirás en otras ciudades del país, como Bogotá.

Y hasta aquí la entrada, cualquier duda en los comentarios!

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