Qué hacer en Marloth Park, entrada al Kruger

Marloth Park es el lugar ideal para combinar la aventura con la tranquilidad. Ubicado en la frontera del famoso Parque Nacional Kruger, este destino ofrece la oportunidad de disfrutar de la vida silvestre sin salir de la comodidad de un alojamiento en la naturaleza. Para aquellos que quieran hacer una noche en las inmediaciones del Kruger, contamos qué hacer en Marloth Park.

Día 12. De Esuatini a Sudáfrica y noche en Marloth Park

Comenzamos el duodécimo día de nuestro viaje por Sudáfrica en Hlane Royal National Park. Amanecimos muy pronto para disfrutar del Sunrise Game Drive, en el que vimos leones, elefantes y rinocerontes. Una vez acabado, hicimos un último safari por libre en Hlane y nos despedimos de uno de los lugares que seguro que recordaremos, ¡100% recomendado! Como todo esto y mucho más lo puedes leer en nuestro post sobre qué hacer en Hlane Royal National Park, te empezamos a contar el día a partir de ahí.

Rinocerontes en nuestro safari de despedida en Hlane.

Abandonamos Hlane sobre las diez y media de la mañana para dirigirnos hacia el próximo destino, Marloth Park, en la entrada del Parque Nacional Kruger. En el camino no hay gran cosa, ni en la parte de Suazilandia ni en la sudafricana. Aún así, siempre es interesante circular por las carreteras de un país tan desconocido, así que disfrutamos mucho cruzando pueblos y campos de caña de azúcar.

No llegó a la hora de coche y ya estábamos en la frontera norte entre Sudáfrica y Esuatini, en Mananga. El trámite fue el mismo que hicimos para entrar, y que ya te contamos en el post sobre viajar a Esuatini desde Sudáfrica. El horario de esta frontera es de 8:00 a 16:00, así que tendrás que planificar bien el día en el que la vayas a cruzar. Tras 10 minutos de trámites, estábamos conduciendo de nuevo por Sudáfrica.

Disfrutamos mucho los dos días que pasamos en Esuatini. Más allá de que las dos reservas que visitamos nos encantaron, también el recorrer el país con el coche de sur a norte. Pese a los parecidos razonables con Sudáfrica, tiene muchas cosas diferentes. Es un país más pobre y eso siempre significa más movimiento alrededor de las carreteras, agricultura más tradicional que verás al pasar y, en definitiva, escenas curiosas. Por ello, si tienes la oportunidad, te recomendamos mucho Esuatini en tu itinerario por Sudáfrica.

Desde la frontera teníamos poco más de una hora hasta Marloth Park, donde dormiríamos esa noche. Eran sobre las doce y media cuando entramos al complejo, aunque, antes de contarte sobre ello, respondemos a una pregunta que nosotros nos hicimos cuando preparamos el viaje: ¿dormir esta noche en el Kruger o fuera?

Ñu en Marloth Park.

Si sigues un itinerario similar al nuestro, en este punto tendrás dos opciones. Entrar este mismo día al Kruger o hacer noche en las inmediaciones para entrar al día siguiente. Como no sabíamos cuánto tiempo íbamos a querer dedicar a Hlane por la mañana, nos decantamos por la segunda opción, para no estar sujetos al horario del Kruger, de 6:00 a 18:00 en agosto. Cierto es que al final podríamos haber entrado directamente y haber hecho noche en Cocodrile Bridge Rest Camp, justo al lado de la puerta, pero tampoco nos arrepentimos.

Nos esperaban seis días completos de safaris, y veníamos ya de tres días con un plan similar. Por eso, creíamos que no estaría de más tomarnos un día más tranquilo, dejar el coche aparcado y disfrutar de una tarde relajada. Sin embargo, si tienes menos días en el Kruger no dudes en entrar directamente y empezar con la exploración de la reserva más grande de todo el sur de África.

Retomamos nuestro día en la entrada a Marloth Park. Lo primero que nos encontramos fue un control de seguridad que nos preguntó a qué alojamiento íbamos. Una vez pasado el trámite, ya podrás entrar y salir del parque las 24 horas del día sin tener que repetirlo.

Marloth Park nos recordó un poco a Santa Lucía, en el sentido de que es un pueblo bastante integrado en la naturaleza lleno de «guesthouses». Por ello, las opciones para alojarte son infinitas. Nosotros nos quedamos en Edvark 3950. Pese a que el sitio no estaba mal, nos dio la sensación de que estaba un algo descuidado en general, y el desayuno nos decepcionó un poco. Las habitaciones son pequeñas pero acogedoras, puedes utilizar la cocina, tiene piscina, barbacoa… Pero tampoco te diría que es imposible que encuentres una mejor opción calidad precio.

Nuestro alojamiento en Marloth Park.

Marloth Park se autodefine como un santuario de vida salvaje, lo que tiene estar separado del Kruger únicamente por el río Cocodrile. Puedes leer que dentro están 4 de los Big Five, aunque tiene truco, ya que solo es posible verlos en Lions Spruit, que su página web define como un Game Reserve.

El sitio consta de una carretera principal, en la que hay una gasolinera o un spar, y calles que salen de esta donde están los alojamientos. En cuanto a actividades, puedes ver toda la oferta en su web. La mayoría son safaris dentro del Kruger, aunque hay otras opciones como alquilar una bici para pasear por el parque.

Marloth Park sirve de hogar a muchos animales, entre los que destacan cebras, antílopes o monos. Tienen libre movimiento, así que lo mismo los verás en el bosque que en la terraza de tu alojamiento. Por si te surgen dudas, no es peligroso, ya que los leones, elefantes, leopardos… están en Lions Spruit.

Como nosotros fuimos buscando un día tranquilo, nos dedicamos a darnos un baño en la piscina y descansar para lo que se venía. También aprovechamos que teníamos tiempo para hacer la primera barbacoa del viaje. De hecho, fue realmente nuestra primera barbacoa en general. Pese a que los dos habíamos comido muchas, nunca habíamos sido los responsables de hacerla. Aunque nos constó lo suyo, al final conseguimos tener nuestras brasas bien encendidas para hacer la cena. A partir de ahí nos aficionamos y rara era la noche que no hacíamos barbacoa.

Por cierto, compramos carbón, pero unos días más tarde nos recomendaron la madera que vendían para encender.

Nuestra barbacoa en Marloth Park.

Mientras la hacíamos tuvimos algún pequeño cervatillo de compañía en el jardín. Cenamos, echamos unas cartas y nos fuimos a descansar, que mañana empezaría lo bueno, hacer un safari por libre por el Parque Nacional Kruger. Pero eso ya te lo iremos contando en los siguientes posts.

Cualquier duda en los comentarios!

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